Reflexiones de FEDERICO PELLI presidente de CAME JOVEN 

 

Frente a la pandemia del COVID 19 el país nuevamente atraviesa una crisis más, en este caso sin precedentes y sin duda la más compleja de los últimos tiempos. A su vez, nos enfrentamos a una novedosa encrucijada como nación: priorizar la salud de nuestra población para evitar una catástrofe sanitaria de dimensiones desconocidas, o la salud de la economía y especialmente de las pequeñas y medianas empresas generadoras del 70% del empleo formal del país, sin las cuales es inviable pensar en la etapa de recuperación luego que esta pandemia haya sido superada.
Entre estos dos modelos se definieron las diferentes estrategias alrededor del mundo para enfrentar al coronavirus y sus consecuencias. Estados Unidos y Brasil optaron por mantener una economía activa sin mayores restricciones, mientras que en el modelo contrapuesto encontramos a la mayoría de los países europeos que ya se encuentran con mecanismos de aislamiento obligatorio absoluto con las consecuencias económicas que esto implica.
Sin lugar a dudas, el gobierno nacional adoptó medidas rápidas y absolutamente acertadas, velando por la salud y la vida de todos los argentinos. El esfuerzo principal debe estar enfocado en esa dirección y a robustecer los sistemas sanitarios y de seguridad del país. Ahora bien, es impensado imaginar que el estado de situación actual es sostenible en el cortísimo plazo si no se toman acciones urgentes y estructurales, para salvar a las PYMES de esta pandemia.
En Argentina tenemos activas actualmente alrededor de 600.000 pequeñas y medianas empresas, con los millones de puestos de trabajo que esto significa. ¿Que pasaría si como consecuencia de la caída de la actividad a cero, caso en el que se encuentran hoy muchos rubros comerciales e industriales, cierran un 5% de estas PYMES?. Estaríamos hablando de miles de desocupados nuevos, los cuales deberían ser asistidos por el “Estado”, engrosando más aún esa enorme lista de argentinos sin empleo que dependen de este último, mes a mes para subsistir. Pero también tendríamos menos sector privado en general, que es el que a través de sus impuestos, generan el 100% de los ingresos de este mismo Estado para poder hacer funcionar nuestro país.
No tenemos mucho tiempo y todos los indicadores muestran alarmas inminentes. Según el último relevamiento realizado por CAME JOVEN, el 63% de los empresarios PYMES encuestados reveló no poder sostener la actividad en las condiciones actuales más allá de dos meses, a la vez que en marzo estiman una caída de facturación promedio del 70%. Más allá de otras dificultades como demoras en provisión de insumos, aumentos en los precios de bienes comprados, restricciones para transportar mercadería entre distintas provincias o el simple hecho que la modalidad de teletrabajo no se adapta a sus actividades (más del 50%).
Por supuesto que no todas las actividades económicas del comercio, la industria y la producción presentan las mismas complejidades, pero lo que si es seguro es que son las excepciones; y a mediano plazo terminarán siendo afectadas y sintiendo el impacto de una futura recesión.

Para evitar una catástrofe PYME y por ende del empleo, se deben tomar urgentemente medidas tendientes a mitigar el costo laboral, como también orientadas a lo #impositivo y #financiero. Con esto nos referimos entre las más necesarias, a #eximir de contribuciones patronales a pequeñas y medianas empresas, generar líneas de interés nulo para aquellas que deban cerrar por cuarentena forzosa, para hacer frente al pago de salarios, como también eximir del pago de ganancias, IVA y suspender el #impuesto a los créditos/débitos bancarios durante el período que rija la emergencia, entre muchas otras más.

Desde CAME – Confederación Argentina de la Mediana Empresa, elevamos al gobierno nacional un paquete de 24 medidas para poder ayudar y sostener a las pequeñas y medianas empresas argentinas y el trabajo genuino que estas representan.

 

LAS PYMES TAMBIÉN ESTAMOS EN CUARENTENA, Y EL PAÍS NOS NECESITA FUERTES Y DE PIE PARA CUIDAR LA SALUD, LA PRODUCCIÓN Y EL EMPLEO DE LOS ARGENTINOS.

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