La pandemia ha contribuido a que muchas organizaciones (al menos las que lograron sobrevivir), no sólo replanteen su modelo de negocios, su estrategia comercial, o sus procesos operativos, de cara a ser más rentables frente a un consumidor, movido por nuevas demandas
y necesidades.

Esto genera múltiples replanteos y análisis internos. En ese marco, algunas se han dado cuenta que existe, o por lo menos debería existir un área, gerencia o persona, que se dedique a la gente, esto es, a los denominados comúnmente, “Recursos Humanos”.

En ciertas empresas, dichas áreas se han reposicionado, ocupando un lugar de facilitadores de procesos de aprendizaje de cara a transitar por una situación donde lo único cierto es que elfuturo es una gran incógnita.

El escenario actual, en el cual el denominador común es la duda, ya no necesita de líderes autocráticos, personalistas, verticalistas y concentradores de conocimiento, poder y autoridad.

Hoy resulta que “tarde, es cada vez más temprano”; los tiempos entre “sorpresa y sorpresa” son cada vez más acotados e imprevisibles, por lo tanto, serán los equipos quienes a partir del aporte de cada uno de sus miembros, de sus múltiples miradas y desde sus diferencias,
generarán plasmar una estrategia de negocios, que permitirá crecer y fundamentalmente desarrollarse a una organización.

Son tiempos, por tanto, donde el líder deberá dar paso al liderazgo. El líder gestiona individualmente y todos esperan algo de él. Todos los siguen. Muchos líderes han plasmado su zona de influencia y poder, desde ese modelo.

Los liderazgos en cambio, son colectivos, rotativos, ágiles y funcionan en red. No tienen “dueño” y están por encima del cargo y los personalismos.

Las organizaciones ágiles, se plantearán cada vez más si quién hoy ocupa un cargo que paradójicamente se llama “líder” (de ventas, producción, etc.), es considerado realmente un líder.

El peso del liderazgo en este contexto, cada vez menos estará dado por el cargo, sino por el conocimiento, la experiencia y la capacidad de conducir equipos, porque el equipo nace, cuando muere el conocimiento de quien ocasionalmente, y por cargo, los conduce.
¿Existirá en ciertos líderes, la humildad para reconocerlo?.

 

Jorge Fernandez Belda | jfbelda@beldaconsultores.com | www.beldaconsultores.com

 

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