Las organizaciones que se atreven a trabajar las relaciones entre quienes la integran son
las que están comenzando transitar un camino de poderosos resultados.
En Estados Unidos desde mediados de la década del noventa existe una manera muy particular de intervención para impulsar a las organizaciones a mejorar las relaciones internas y los contextos de trabajo. Esta clase de trabajo tiene sus orígenes en una expansión de los espacios terapéuticos con equinos que luego cobró su identidad bajo el nombre de Aprendizaje Asistido por Caballos.
En Europa comenzó a desarrollarse a principios de la década del 2000. El Coaching Asistido por Caballos surge a finales de la década del 2000 como una metodología muy poderosa con la asistencia de caballos donde se potencia los resultados con los participantes.
Las organizaciones que se animan a trabajar una jornada desde el coaching asistido por caballos podrá identificar cuáles son los patrones de manera cíclica que vuelven a aparecer como parte de una acción rutinaria que genera la obstaculización de resultados.
¿Por qué coaching asistido por caballos?, para responder esta pregunta es necesario entender que los caballos son seres híper-perceptivos y poseen una naturaleza de convivencia en manada. El caballo al ser un animal de presa vive alerta y es capaz de percibir lo que los miembros de la manada sienten, cuando un miembro de la manada corre, también lo hacen los demás, cuando un caballo no toma agua de un río tampoco lo hacen los demás miembros. También tienen sus roles en la manada, como por ejemplo la yegua más vieja denominada la “yegua madrina” es quien es la más sabia de la manada y los más jóvenes aprenden de ella, aparecen otros roles que están
atentos y van rotando para cuidar a la manada ellos son los “centinelas”, y generalmente el líder es el padrillo que cuida a toda la manada y en especial a las yeguas. Estos roles podemos identificar también en una organización con algunos cambios, si bien no se trabaja con toda una manada cuando se realiza coaching asistido por caballos, de hecho el número ideal es trabajar con
3 o 4 caballos.
El Coach especializado en esta clase de intervenciones pone en situación al equipo de una empresa, se trabajan objetivos conjuntos, limitaciones, confianza, las relaciones colaborativas, el respeto, el liderazgo, y mucho más. A través de los ejercicios con los caballos (sin montar en ningún momento) desde el coaching no se basa en entregar una reflexión o lo que observa el coach, sino, que el coach abre la conversación de coaching, y es allí donde la magia ocurre con la asistencia de los caballos.
El coach especializado debe estar preparado para leer el lenguaje del caballo (Etología del Caballo) y observar todo lo que ocurre con la interacción con los participantes dado que el caballo reflejará lo que le está pasando a nivel emocional del participante que está conversando con el coach y/o lo que está ocurriendo a nivel del dominio emocional del equipo de la empresa.
Esta clase de experiencia permite a todo el equipo de la organización poder mirarse en la sinceridad y reconfigurar el modo de relacionarse entre ellos. Todo esto impacta directamente en los resultados de la producción de una empresa generando otro clima laboral, mayores
entendimientos, comprensión, etc. y como último eslabón y no menos importante genera mayores ganancias; porque ya sabemos que cuando mejoran las relaciones mejoran todos los resultados internos de una organización.
En Tucumán tenemos una Escuela de Coaching que se dedica a esta clase de trabajo con organizaciones y también con público en general ella es EPCO Escuela Profesional de Coaching Ontológico www.epco.com.ar.
En los últimos años las empresas que implementaron esta manera de capacitar a su personal revelaron un cambio rotundo en la propia estructura relacional. Los caballos nos muestran, y ante nuestros ojos aparece la revelación de lo que con responsabilidad hay que modificar, por lo que trabajar con ellos se convierte en la experiencia más enriquecedora que nos podemos brindar.