En un contexto donde quizá la única certeza es que nada será como antes, gestionar la cultura de las Pyme, resultará cada vez más estratégico para su supervivencia. Esto significa integrarla con la estructura, modelos y objetivos del negocio pretendidos.

La cultura organizacional, para dejar de percibirse “algo que está ahí” y convertirse en ventaja competitiva percibida por clientes y empleados, como inclusiva, perdurable y difícil de imitar, deberá “bajarse del póster”.

Esto significa medirse, gestionarse y en consecuencia rectificarse cuando haga falta, (léase hoy), incluyendo en la misma, nuevas creencias y “palancas” que faciliten la marcha del negocio, siendo algunos de los mismos:

  1. Formas de contratar personal y fidelizar talentos en la era de la longevidad: Se
    estima que en 2050 habrá más personas mayores de 65 años, que menores de cinco. En
    Latinoamérica, desciende drásticamente la tasa de natalidad, estando algunos países muy
    cerca del “0”. Las empresas deben ver esto, y preguntarse ¿qué hacer con los denominados
    Silver Surfers, que es el colectivo de talentos de entre 40 y 65 años? Personas que aún están
    en la plenitud física e intelectual para continuar aportando valor. ¿Qué estrategias de
    atracción/fidelización de talentos deberán reformularse e internalizar en sus culturas?;
    ¿habrá que dejar las formas tradicionales de reclutamiento?; ¿está presente en su empresa la
    discriminación por edad (edadismo)?
  2. Gestión del trabajo híbrido: LEl trabajo, cada vez menos será un “único lugar”. Lo que
    se conoce como trabajo híbrido, o combinación de tareas remotas con presenciales, es otra
    de las modalidades que llegaron para quedarse. Según reportes de la corporación Microsoft,
    el 70% de los empleados desean que continúe esta modalidad, mientras que el 65%
    manifiesta necesidad de estar más tiempo en persona con sus equipos. Generar un modelo
    que satisfaga a ambas partes, deberá consolidarse, por lo tanto, como un importante
    elemento de la cultura organizacional. ¿Están preparadas las culturas de ciertas Pymes
    donde aún predomina el control, la autocracia y el verticalismo, para incorporar el trabajo
    híbrido?
     3. Bienestar emocional y Salud mental: Desde el 01/01/22, la OMS incluyó al
    Burnout en la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades, por lo que deberá ser
    considerado como padecimiento laboral por los países y en consecuencia, las
    Organizaciones. En este contexto la Organización One Mind Work postula, entre otras, las
    siguientes dimensiones de trabajo vinculadas con la salud mental: a) Implementación de
    programas de bienestar de manera transversal, como componente de la gestión de talentos,
    b) Generación de espacios laborales inclusivos como forma comprobada de disminución de
    presión a la salud mental y, c) lograr que el trabajo sea percibido y vivido como fuente de
    bienestar mental, lo que entre otras cosas, supone abandonar el paradigma de “trabajar bajo
    presión”, aún considerado como un valor a la hora de reclutar personal.

Tres elementos para ser integrados a la cultura de las Pyme, a partir de un nuevo contexto que les toca atravesar. Con las lógicas adecuaciones a su negocio, estructura y estrategias, deberían ser considerados, a riesgo de perder competitividad.

Jorge Fernández Belda – Consultor Empresarial

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